
El sábado, la cantante fue ovacionada desde las butacas por otras celebridades infiltradas entre el público, como Miley Cirus y Mel B, de las Spice Girls. Y el domingo, invitó al escenario a su amigo Lance Bass, integrante de la boy-band 'N Sync, y se animó a hacerle un baile muy sexy.
Como podía esperarse, Britney no dejó Las Vegas sin antes ir de compras. Visitó una tienda de dulces junto a sus hijos y su supuesta actual pareja, el manager Jason Trawick, y gastó ¡tres mil dólares! en caramelos y camisetas.
Cosas de la fama.
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