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Todos aquellos que estuvieron el pasado sábado 16 de mayo en el Campo de Fútbol de la Universidad Simón Bolívar (Caracas, Venezuela), coinciden en algo:
Gustavo Cerati ofreció el mejor concierto de lo que, hasta ahora, había sido la gira presentación de
Fuerza Natural, su último trabajo solista. Justamente, dicha performance le había bajado la persiana al primer tramo del derrotero.
“Se lo veía bien, de buen humor… Cantó y tocó la guitarra maravillosamente… Nada podría predecir lo que vino después”, le dijo a 10Música una fuente cercana al ex líder de Soda Stereo. Apenas difundida la noticia del accidente que había sufrido el cantante y guitarrista, vía telefónica comenzamos a contactar a diferentes personajes de su círculo íntimo quienes nos ayudaron a armar el rompecabezas.
Antes de relatar cronológicamente los hechos, vale aclarar lo siguiente: en contraposición a lo publicado por algunos medios sensacionalistas, lo sucedido fue en camarines, cuando el músico bajó del escenario y NO a las tres de la madrugada en una discoteca local durante un confuso episodio de drogas. Ya esclarecida esta situación, pasemos a la verdad, a lo que ocurrió.
A unos minutos de la madrugada venezolana, Cerati abandonaba eufórico las tablas y se dirigía a su sector personal en camarines. Allí, cenó acompañado de todo su equipo, comentó lo espectacular que había sido el concierto y, unos minutos más tarde, se encontraba con la totalidad de sus colaboradores que trabajaron en la gira para realizar la clásica foto con el staff (un rito que desde los días de Soda, el músico realiza al cerrar un tour). Mientras se aprestaba a posar para la toma de rigor, su cara no era la misma. “Se lo notaba ofuscado, molesto, como que necesitaba estar tranquilo en otra situación… Con ganas de irse a la mierda”, nos susurró por lo bajo alguien que se encontraba dentro del grupo que iba a ser fotografiado.
Al momento que la cámara terminó de hacer “clic”, Gustavo pidió a su asistente personal, Nicolas Bernaudo y a su manager general Fernando Travis que lo acompañen a su compartimiento. Una vez allí, el músico sufrió una recaída y comenzó a tener algunas convulsiones. “Fue raro porque antes habíamos tocado en Bolivia y la altura nos había afectado. Pero este show había sido el mejor… Espectacular. La habíamos pasado de maravilla”, nos comentó uno de sus músicos que prefirió resguardar su identidad. Recordemos que Cerati fumaba más de un atado de cigarrillos rubios por día y solía tener problemas de stress.
Enseguida, se llamó a una ambulancia y se lo trasladó a un nosocomio muy cercano al estadio. Ya entrada la madrugada del domingo, el autor de “De música ligera” ingresaba con un cuadro de hipertensión al Centro Médico Docente La Trinidad. Si bien respondía a algunos estímulos, a medida de que iban pasando las horas, la situación se iba agravando y el músico mostraba trastornos para hablar y falta de movilidad en gran parte del cuerpo (se habla de la parte izquierda como la más afectada). Finalmente y ante un cuadro cada vez más complejo, el martes se decidió operarlo.
Las personas que se encuentran con él por estos momentos son su hermana, Laura Cerati, quien viajó raudamente desde Buenos Aires, Travis y Bernaudo, además de su sonidista y amigo personal, Adrian Taberna y dos de sus músicos, Ana Alvarez Toledo y Leandro Fresco. El resto de la delegación volvió para Argentina. También, según pudimos confirmar, a la madre del artista se le ocultó lo sucedido y, al igual que su círculo más íntimo, no mira televisión, escucha radio ni lee absolutamente nada. “Es una política que adoptamos los que estamos más cerca de Gus. De otra manera, nos volveríamos locos”, dijo un pariente.
El último parte médico dice que la operación fue exitosa, pero se lo trasladó a la unidad de terapia intensiva y habrá que esperar unas 72 horas para ver su evolución. La intervención quirúrgica duró algo más de dos horas, tiempo en el cual los médicos descomprimieron el área del cerebro e intentaron liberar una contracción de un vaso que mantenía en riesgo su vida. "Lo que se hizo fue abrir una ventana (en su cráneo) para permitir que la presión disminuya y evitar que se inflame el tallo cerebral lo que podría ocasionar la muerte", le declaró a la prensa Adolfredo Sáez, el director médico del establecimiento donde fue intervenido.
“Lo único que queremos es que salga con vida y con sus aptitudes mentales en funcionamiento. Los problemas motrices se solucionan con terapias y gimnasia… Lo único que queremos es que salga lo más ileso posible de ésta”, aseguró una de las tantas fuentes que habló con 10Música. Esta madrugada, desde Buenos Aires viajó el doctor personal de Cerati, Ramón Laguarda, para ponerse al servicio de su paciente y acercar la historia clínica que posee del mismo. En definitiva, lo único que resta es esperar y rezar… por sobre todo, rezar.